El plasma rico en plaquetas (PRP) es una novedosa herramienta terapéutica de naturaleza autóloga, con propiedades antiinflamatorias y regenerativas.
Su diana terapéutica comprende eminentemente las tendinopatías y entesopatías crónicas, si bien su abanico de indicaciones está en continua expansión aplicándose con éxito en múltiples dolencias, entre ellas, la osteoartrosis de rodilla. La facilidad en la preparación, rapidez en la administración y su utilidad en procesos crónicos refractarios a tratamientos convencionales, hacen del PRP una alternativa terapéutica en auge a considerar por distintos especialistas médicos.
El PRP debe su interés terapéutico al papel instrumental decisivo de las plaquetas en el proceso de curación y reparación de la lesión tisular. Este papel reparador no está relacionado con las plaquetas por sí mismas sino, más bien, con los factores de crecimiento que son liberados por sus gránulos α, poseedores de múltiples propiedades regeneradoras (1,2) .
Preparación y pautas de administración del PRP
El PRP se define como una fracción del plasma centrifugado que contiene una concentración de plaquetas superior a la de sangre periférica. Algunos autores son más precisos y consideran que la concentración plaquetaria del PRP debe aproximarse a cifras 5 veces superiores a las normales (3).
Proceso de preparación:
- Extracción de sangre del paciente (de 20-30ml).
- Centrifugación a 3.200 revoluciones por minuto durante 15min; es importante no centrifugar la muestra durante más de 20 minutos dado que esta pierde calidad, siendo también importante no concentrar en exceso la muestra, dado que una concentración superior a medio millón de plaquetas (106) produce un efecto paradójico, con un desequilibrio entre los factores plaquetarios y plasmáticos que inhibe la división celular.
- Activación de la muestra: puede ser activada con trombina o cloruro cálcico.
Administración: la manera más segura y objetiva de administrar el plasma es mediante guía ecográfica, lo que permite ver sobre qué estructura específica se deposita el mismo. En cuanto a la dosis, la evidencia actual recomienda la administración de 3 dosis consecutivas, separadas cada una de 2 semanas (4).
Indicaciones
Toda patología no es subsidiaria de tratamiento con PRP, siendo esencial una buena selección del paciente para obtener resultados.
Patologías en las que está indicado el plasma rico en plaquetas
- Degeneración articular (artrosis): disminuye el ambiente inflamatorio consiguiendo una reducción del dolor, mejora del balance articular y promoviendo la producción de ácido hialurónico. Una de las patologías en las que más frecuentemente se utiliza es la artrosis de rodilla.
- Lesiones tendinosas y musculares: promueve un ambiente celular regenerativo, permitiendo la proliferación de células que restablezcan el tejido dañado y la formación de nuevos vasos sanguíneos. Es ampliamente utilizado en lesiones del manguito rotador del hombro, de gemelos, isquios, fascitis plantar, etc.
¿Cómo podemos ayudarte en Clínica Alanda?
Desde Clínica Alanda ponemos a disposición del paciente nuestro cuadro médico para analizar el caso de manera individualizada, ofrecer alternativas terapéuticas y opciones realistas en base a la lesión que presente.
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Bibliografía
- W. Shen, Y. Li, J. Zhu, R. Schwendener, J. Huard. Interaction between macrophages, TGF-beta1, and the COX-2 pathway during the inflammatory phase of skeletal muscle healing after injury.J Cell Physiol, 214 (2008), pp. 405-412.http://dx.doi.org/10.1002/jcp.21212.
- P.S. Sharif, M. Abdollahi. The role of platelets in bone remodeling. Inflamm Allergy Drug Targets, 9 (2010), pp. 393-3991.
- R.E. Marx, E.R. Carlson, R.M. Eichstaedt, S.R. Schimmele, J.E. Strauss, K.R. Georgeff. Platelet-rich plasma: growth factor enhancement for bone grafts. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod, 85 (1998), pp. 638-646.
- E. Kon, R. Buda, G. Filardo, A. Di Martino, A. Timoncini, A. Cenacchi, et al. Platelet-rich plasma: intra-articular knee injections produced favorable results on degenerative cartilage lesions. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc, 18 (2010), pp. 472-479
